La vida da muchas vueltas, como demuestra el caso de Yudy Pineda, una joven colombiana que tras pasar 8 años en un convento como monja, decidió dar un giro radical a la suya. Pasó de colgar los hábitos a ganarse la vida de una manera muy peculiar y diferente, desnudándose y teniendo sexo delante de una webcam.
Dejó el convento por amor y entró a trabajar en una fabrica de chocolate cuando encontró un casting para modelos de webcam. Pasó el casting y comenzó a trabajar desnuda delante de miles de internautas por una remuneración que no está nada mal, el equivalente unos 2000 euros por 40 horas de trabajo cada dos semanas.
Su nueva profesión no ha acabado con su fe ni con su devoción hacia la Iglesia. Todavía sigue asistiendo a la iglesia donde confiesa con el sacerdote sus pecados. “La primera vez que me confesé, me dijo que no lo volviera a hacer, que cambiara de vida, pero le dije: No, no puedo hacerlo porque esto es un trabajo digno y artístico y no le veo nada de malo”, confesó en una entrevista.